Difusión Difusa

martes, abril 17, 2007

Bolaño

Acabo de terminar Los Detectives Salvajes de Roberto Bolaño. Tal vez intentando encontrar algo que no encontré en 2666, que leí hace un par de años y no me acabo de convencer, quizás,  por presentar algunos personajes tan poco creíbles como los profesores universitarios de la primera parte y por su profusa enumeración de los cadáveres de Santa Teresa y sus circunstancias que, realmente, no acaba de conducir a ninguna parte. Y luego está el homenaje a la novela negra USA en el pasaje del periodista negro, que a mí, que tampoco es que haya leído tanto, me pareció que ya me había topado con él en alguna otra parte.
Ante esto, Los Detectives Salvajes me ha parecido superior y más cercana, tanto para él como para mí. Tal vez un poco agotadora pero, aún así, con unos vacíos gratificantes, que el lector puede ir reconstruyendo en las pausas o cuando se ha finalizado la novela.
Lo que se dice impacto, no me ha producido. La sensación esa que se tiene cuando se termina de leer un libro que se nos antoja imprescindible a partir de ese momento, igual que cuando se ve una película o una representación, o cuando se escucha un pasaje musical, con Bolaño, esa sensación, no la he experimentado.

No hay comentarios: