Difusión Difusa

lunes, enero 30, 2006

Dos películas y una obesión

Volviendo a Mancini y Legrand. Dos películas que crean adicción en mentes como la mía: Dos en la Carretera y Los Paraguas de Cherburgo. Las bandas sonoras están compuestas, respectivamente, por los arriba mencionados.
Por cierto, el otro día estuve viendo la versión restaurada de El Mago de Oz y también tiene lo suyo. Engancha y se revisa repetídamente con interés. A pesar de ser una película incompleta (donde algunos personajes anticipan cosas que nunca vemos, porque nunca llegaron a rodarse), rapiñar con voracidad al Disney de los siete enanitos, y ser un ejercicio de loa a la mentalidad yanqui y a su noción de Estado (recuérdese, aquella que justifica que arrasaran, del Este al Oeste, los actuales USA y que, a día de hoy, continúa por los mismos derroteros); esta película tiene algo relacionado con el subconsciente, con los sueños, con los miedos que actúa sobre el cerebro de manera incontrolable.
La clave: En casa como en ningún sitio.

1 comentario:

Unknown dijo...

la imaginación es la aventura de los sedentarios, y casi siempre termina en el horror a lo extraño. En casa, cuando el mundo es la casa, para los expansionistas americanos significa destruir lo extraño y globalizar lo domestico como simulación del hogar.