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martes, septiembre 22, 2009

Dios, ese macho dominante

Una de las teorías de las que se hacía eco Peter L. Berger en su ensayo de 1967, El Dosel Sagrado, es la de como, tanto el nomos social, como la misma existencia de Dios son una respuesta a las tendencias masoquistas del ser humano, que no contento con tener un jefe o un padre que, en la vidad real, dirija y controle sus pasos; proyecta la necesidad de un ser superior a si mismo en el ámbito de lo no visible y lo espiritual, que se mantiene siempre presente.

Nada, que no nos conformamos con el macho dominante de la manada sino que queremos más, y más severo.

1 comentario:

__ dijo...

Ídem de lo anterior.