Difusión Difusa

martes, junio 29, 2010

mi pasado

Durante mucho tiempo tuvo la sorprendente habilidad de ser capaz de ir reconstruyendo, día a día hacia atrás, todo su pasado.
Podía hilvanar sus recuerdos diarios desde su hoy presente, hasta la primera comunión, incluso, más atras, hasta la catequesis, o todavía más lejos, recordando cada día que pasó en clase con su profesora de primaria, o la primera vez que fue capaz de abrir la puerta de su casa. Quizás ese era su recuerdo más lejano.

Sabía que este no era un don único, cualquiera podía ser capaz de recordar cada momento vivido. Es fácil, primero piensa todo lo que hiciste ayer, no es tan complicado, luego antes de ayer y continúa el proceso. Sale sólo.

Como era de esperar, un día, dejó de ejercitar esa facultad. Quizás ya no quería volver a toparse con los momentos desagradables, y fue perdiendo la mayor parte de sus recuerdos diarios, cada instante que vivió, bueno o malo, grande o insignificante, desde abrir la nevera o atarse los cordones cada día hasta las grandes broncas con su pareja o los malos tragos en el trabajo, cada beso, cada risa, las carcajadas y las lagrimas que había derramado alguna vez.
Pero allí siguieron encerradas en su cajita interior, perfectamente ordenadas, dispuestas a ser mostradas como una colección de minerales, siempre que no se desee que permanezca cerrada, olvidada o desterrada.

No hay comentarios: