Difusión Difusa

jueves, abril 10, 2008

Películas con sorpresa

Hay un recursos literario-cinematográfico muy usado, pero últimamente, también muy desgastado, por lo mal presentado y peor desarrollado.
Este recurso es aquel que se basa en la sorpresa de quién es el malo de la historia:
Suele tener tres variables:
- la chica (la figura débil, a la que hay que proteger)
- el maestro (la figura protectora/el padre)
- el mejor amigo (la figura en la que más se confía/el hermano de sangre)
De las tres la que menos me gusta es la última, por que además resulta la alternativa más simplona y tramposa, (además que convierte al protagonista, a la vez que al guionista, en bobalicón de última hora por desconocer tanto a su supuesto íntimo).
Tampoco me gusta el de la chica que, aunque resulte obvio decirlo, es un giro que siempre se sustenta en estereotipos sexistas.
Yo creo que la del padre, la del maestro, es la buena y la que, si está trabajada, puede salvar la película. Normalmente, si cuando salimos del cine empezamos a pensar, que ni sorpresa ni nada, y que sí, que el protagonista es un bobo ingenuo y engreído, tanto como nosotros, que no se ha dado cuenta que el personaje del maestro ha ido a su bola todo el tiempo, le ha utilizado, y que realmente le importaba una mierda lo que le podía pasar o dejar de pasar al supuesto héroe; entonces sí que nos damos cuenta que la película sí que era buena. Es más concluimos que el verdadero protagonista es el malo, que ole sus cojones y, eso, que le den al niñato.

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