Difusión Difusa

miércoles, abril 09, 2008

redes sociales y falsos amigos

Hace un par de días una amiga mexicana me invitó a participar en Facebook. A mi este tipo de sitios no me han llamado demasiado la atención nunca, lo mismo me pasó con Myspace (que visual y organizativamente me parecía un horror, no sé si habrá cambiado en los últimos tiempos) o con Second Life. Tampoco he tenido mucho que vender de cara a la galería.
Creo que no van con mi forma de ser que siempre me ha llevado a moverme por la red con un anonimato relativo a la par que preventivo, precisamente para evitar "amigos" indeseados.
No obstante, por ella, me di de alta.

4 comentarios:

__ dijo...

No creo que vaya más allá del Blog, pero claro a mi no me ha invitado una amiga, mexicana o de cualquier sitio.

Lo de la identidad virtual tiene sus ventajas, pero puede llegar a ser un gran inconveniente porque no te mueves con libertad por mantener el anonimato.

Saludos again, Ignacio

jmargen dijo...

Con lo del anonimato, no me refiero a ocultarse para utilizar la red para hacer cosas ilegales o sucias, sino más bien para prevenir ataques a la intimidad.
Yo alucino con la gente que va rellenando de manera verídica y compulsiva formularios virtuales en la red y eso no se da sólo en niños de 12 años. Yo lo he visto hacer a gente con la que trabajo.

Anónimo dijo...

Un claro avance en este sentido sería la venta de identidades virtuales automáticas, un generador de novedosas e interesantes identidades: balilarinas balinesas de 20 años, viviendo en helsinky y con seis hijos, que a la vez son ministros anglicanos, no se, identidades de fuertes y no las nimiedades en las que uno termina admitiendo que no es más que un triste ciudadano del consumo global

jmargen dijo...

Me llama la atención lo del generador, cuando tradicionalmente lo divertido era ponerse ocurrente ante el formulario. Me imagino que lo dices para non perder el tiempo con ellos.
De todas maneras esperaba con esta entrada que alguien me contara las virtudes de facebook o myspace que, como he dicho, me cuesta verlas.