momento
El otro día te vi sola por la calle, apresurada, malhumorada.
Tan diferente a como te recordaba, rodeada de risas y amigos.
Te seguí con la mirada, hasta perder tu espalda, mientras reconstruía tu yo, tan real como imaginado.
Un momento no condicionado, del que no se siente observado. Un momento que no debería haber robado.
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